Hellfest 2017
17.06.2017 Clisson
Volvemos a madrugar para encontrarnos con Primitive Man. Su estilo pesado y machacón, ambos virtudes, nos permite adentrarnos poco a poco en una nueva jornada. Si ellos ponen la densidad, Insanity Alert aportan la velocidad propia del revival thrash. Como propio también es el cachondeo sobre la escena o las letras sobre temas absurdos. En su show podemos encontrar disfraces, pancartas graciosas o circle pits con sombrillas de playa. Todo vale.
Los instrumentales Monkey 3 nos traen una propuesta sensorial relajada con luces y proyecciones de calidad. Sería perfecta con total oscuridad a otra hora del día, pero por suerte la mitad de los escenarios del Hellfest están bajo grandes carpas que consiguen mantener alejada la luz y el calor, lo máximo posible. Gracias a eso podemos disfrutar de muchos más conciertos, especialmente en días tan calurosos como este, en los cuales baja notablemente la capacidad de ver muchos shows. Muy adecuado el sample de El planeta de los simios que habla de la peligrosidad del hombre y su capacidad para convertir en un desierto la tierra. Paradójicamente la cosa mejora cuando dejan salir su vena más stoner.
Siempre he tenido curiosidad y prestado atención a las intros que usan los grupos en directo. Un festival es el sitio ideal para darse cuenta de la poca variedad de las elecciones y más desde que se ha pasado de moda usar la canción de Requiem for a dream. Música sinfónica épica, sirenas de alarma, presentador de combate de boxeo, instrumental de rap engorilado tipo Simon says… si tienes dudas de cual usar, puedes hacer como No turning back y usarlas todas. Creando así el clima de subidón perfecto para salir y que apenas suenen las guitarras. Pese ello y al desproporcionado nivel de la voz durante todo el concierto se pudo intuir un buen show de hardcore de esta ya veterana banda de los Países Bajos.
Lo de Nails en el escenario Altar más que agresividad es pura agresión y además de los mejores conciertos de esta edición. Su música que transmite el mismo mensaje tanto en fondo como en forma nos salpica como si fuera sangre expulsada de una trituradora de carne. Repaso equilibrado de sus tres discos con un sonido perfecto que hace imposible evitar dejarse el cuello haciendo headbanging.
Con la energía y la estética de un dependiente premium de Foot Locker aparece Frank Carter & The Rattlesnakes en la Warzone a ritmo de Juggernaut. Con una propuesta mucho más comercial que en su época en Gallows, pero con la misma actitud se sube literalmente encima del público para cantar Lullaby. Habiendo agotado ese recurso ya en la segunda canción solo queda intentar que la gente haga un circle pit alrededor de la caseta de los técnicos, suena Jackals. Una vez conseguido se viene arriba y reclama el derecho a volver en la próxima edición al escenario principal. Se retracta y dice que el pertenece a la zona hardcore y punk, parece que no lo tiene claro. La cosa acaba con la declaración de intenciones I Hate You, el guitarrista tocando sobre la gente y una enorme polvareda.
El calor aprieta y nos refugiamos en el escenario Valley, nuestra zona de confort en todos los aspectos, de donde no volvemos a salir hasta que acaba la jornada. Ahí aparecen Mars Red Sky, un grupo francés de stoner lentorro que va aumentando su repercusión por méritos propios. Después de ellos sale al escenario Chelsea Wolfe y los graves corpóreos de Feral Love nos golpean al nivel de lo sentido la pasada edición con Sunn O))). Esta vez se centra principalmente en su último disco Abyss con sutileza tras un muro de graves. También nos ofrece dos adelantos de tu próximo álbum antes de terminar el concierto gritando a las pastillas de su guitarra.
Llega el momento de ver a Primus, primera vez para quien escribe y algo que pensaba ya imposible por lo poco que se prodigan en Europa en general y en España en particular. Tras una intro circense comienzan jugando al despiste con Those Damned Blue-Collar Tweekers, es difícil adivinar por donde van a tirar tanto en repertorio (hits o rebuscadas) como en forma de tocarlo (fielmente o improvisando y desarrollando los temas). Pero tras eso empieza la batería de singles con su correspondiente vídeo. Wynona’s Big Brown Beaver desata el furor de la gente, el cual no se detiene ni en los temas más tranquilos. Too Many Puppies se entremezcla con Sgt. Baker. Tras Frizzle Fry, las improvisaciones de la guitarra y la batería nos anuncian que Les Claypool ha ido a por su contrabajo eléctrico y la careta de cerdo para interpretar Mr Krinkle. No solo hemos venido a escuchar singles, y podemos contemplar el virtuosismo al bajo, que suena perfecto, no podría ser de otra manera. Tras un “buenas noches” en castellano con su peculiar humor, interpretan My Name is Mud que alarga infinitamente su parte final de la que nadie parece cansarse. Como despedida de un concierto impecable aunque un tanto frio Jerry Was a Race Car Driver, que nos deja con ganas de muchísimo más.
Para cerrar la noche nos quedamos con Slo Burn, la banda que formó John García nada más disolver Kyuss. Un elefante caminando al atardecer los precede. Interpretan los temas de su demo y de Amusing the Amazing, su único EP, con la experiencia ganada, madurez vocal y un sonido impecable. Otro proyecto más de García que podemos decir que hemos visto gracias a está reunión 20 años después del año que estuvieron en activo.